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jueves, 3 de abril de 2014

Cuentos y Estampas Costumbristas




Autor: Delfín Acevedo Restrepo
El Mundo, 20 de Septiembre de 2013

Editado con pulcritud y esmero en los talleres de Grafoprint, acaba de aparecer el nuevo libro del doctor Hernando Londoño Jiménez, “Cuentos y Estampas Costumbristas”, bellamente prologado por Oscar Velásquez Tamayo, quien anota en su presentación entre otras cosas: “Hoy, sesenta y dos años después de Londoño Jiménez haber escrito estas páginas, encontramos una combinación de idealismo y realismo irrevocablemente ordenadas con la misma iluminación que purga e ilumina los ángeles en el cielo. “Cuentos y Estampas Costumbristas”, son literatura y deleite para el alma. La fantasía e imaginativa ponen en perfección de sus objetivos a las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad, para que todas las sendas, todos los ríos y todas las fuerzas contribuyan mágicamente aquí en este libro”.

Hernando Londoño Jiménez es un eminente profesional del derecho con una dilatada y fecunda trayectoria en el ejercicio de la actividad jurídica. Abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana, con especialización en Derecho Penal y Criminología en la Universidad de Roma (Italia). Con un recorrido exitoso por los distintos estadios de la actividad forense: ha sido Fiscal 4º Superior, Juez de Instrucción Criminal, Presidente del Colegio de Abogados de Medellín, Miembro de la Comisión Redactora del Código Penal de 1980, de la Comisión redactora de varios Códigos de Procedimiento Penal y de la Comisión Redactora del Código Penal Tipo para América Latina.

Ha sido además Alcalde de Itagüí, diputado a la Asamblea de Antioquia y miembro de la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución Política de 1991. Autor y tratadista de numerosas obras de carácter jurídico. Mencionemos algunas: De la Captura a la Excarcelación, El Homicidio ante el Jurado, Confesiones de un Penalista, La Fiscalía y el Derecho Penal Acusatorio y Reformas Penales (1996, en asocio con su hijo Hernando León).

Alcanzada la plenitud de su madurez intelectual, Londoño Jiménez decide hacer a un lado el trajín de los códigos, abandonar el ejercicio profesional del derecho y consagrarse por entero a la producción literaria, campo desde el cual nos viene entregando, con plausible frecuencia, obras de indiscutible y reconocido valor como:  Los Inmortales, Los Caminos del Amor, Las Rutas del Dolor Humano, Los Celos y el Amor, Los Inocentes y Cuentos y Estampas Costumbristas, que se viene distribuyendo en las distintas librerías del país.

Este último texto, escrito hace bastante tiempo, en los inicios de su vida profesional, cuando el autor se desempeñaba como Juez de Instrucción Criminal en el Municipio de Chigorodó. Allí, para distraer la mente, puso a volar su afiebrada imaginación juvenil en estos relatos costumbristas que permanecieron inéditos por más de 6 décadas, sin pretensiones literarias o vanidosas poses de escritor.

El anecdotario de dichas páginas consistió en que a medida que las iba escribiendo, ante el riesgo de no salir con vida de ese infierno en que se encontraba, las enviaba a su novia en Medellín. “ Pero la persona que cumplía dicho encargo, un correo especial, conocido en el pueblo para esas misiones pensaba que lo enviado eran documentos muy importantes, algo así como Secretos de Estado, porque con mucha cautela llamaba por teléfono a mi novia (actualmente mi esposa) para pedirle una cita muy secreta con el fin de hacerle entrega de tan misteriosos escritos. Todo lo expresado parece como para pedir anticipada indulgencia del lector por su crítica a lo leído.” ¡Que así sea!

Este libro que comentamos del profesor Hernando Londoño consta de 8 capítulos, la mayoría de ellos llenos de episodios dolorosos y estremecedores por los relatos de violencia que ha vivido el país en los últimos años. Se hace alusión al caso de Cachulo el campesino honrado y laborioso que un día tuvo que abandonar su rancho en la vereda Marguruma con su esposa y sus hijos porque de ninguna manera podían continuar esa vida de sobresaltos y peligros donde los bandoleros hacían de las suyas en 30 leguas a la redonda. En su humilde vivienda, con su escasa tierra, sembrada de coco, yuca, plátano, ñame y legumbres, les habían notificado un plazo de 3 días para abandonar aquella parcela de sus amores y de sus ilusiones, dejando sus plantíos y escasas pertenencias en poder de los invasores. En su duro y desolado peregrinaje y acompañado también por su perro Gardían, llegó hasta Paravandocito donde fue nombrado como agente de policía, cargo que nadie envidiaba ni aceptaba. Hasta allí llego al poco tiempo el grupo de forajidos, quienes sin compasión alguna lo asesinaron, dejando a su familia en el más completo abandono. 

Los Celos y El Amor



Hernando Londoño Jiménez, Presentación de su libro en el auditorio de EL COLOMBIANO.
Descripción: http://www.elcolombiano.com/g/DivisionHorizontal.gif
CELOS, UNA PELIGROSA PASIÓN HUMANA

El escritor Oscar Wilde dijo alguna vez que siempre los hombres matan lo que aman. Sólo el amor puede despertar algo tan poderoso como los celos, un sentimiento que puede volverse incontrolable.

Los celos y el amor son el tema del reciente libro del penalista Hernando Londoño Jiménez, un ensayo que aborda estos temas a la luz del derecho.

La obra es el resultado de varios años de investigación del jurista, quien en su trayectoria profesional ha acumulado información de casos de la vida real.

El texto propone, además la visión de los celos desde varias disciplinas como la literatura, la sicología, la siquiatría, la sociología y la criminología.

"La idea nació hace muchos años. Fui acumulando información gracias a los casos que he tenido que resolver como abogado", expresó Londoño Jiménez.

Según el autor, son muchos los abusos y equivocaciones que a lo largo de la historia se han cometido en los estrados judiciales en los casos de asesinatos como resultado de una infidelidad. "A veces se absuelve a verdaderos culpables de un asesinato o se condena a personas que ante la siquiatría están enfermas".

Según el jurista, existe poca ilustración respecto a los celos y sus implicaciones penales, por esta razón el libro ofrece un profundo análisis de los celos patológicos, la imputabilidad del delincuente pasional, el homicidio por adulterio, entre otros.

"Este libro habla de las pasiones humanas, es la tragedia del género humano a causa de los celos, infundados o no; es la memoria del terrible sufrimiento del hombre a través de las edades cuando ha sido arrastrado por el dolor moral a matar lo que más ama, según la expresión wildeana", expresó el autor

Clases de celos

El autor explica las diferentes clases de celos que existen y las consecuencias, en ocasiones fatales, de éstos.

"Los celos enfermizos producen una anormalidad física. Se crea la infidelidad en la mente y se llega al delito, pero quien lo comete no es responsable ante la ley", señaló el autor.

Existen también los celos pasionales, que llevan a quienes los sufren a un estado de ira e intenso dolor.

"Ocurre una especie de corto circuito donde se obnubila la conciencia, pero esas personas pueden llegar a cometer un verdadero crimen si hay premeditación", explica.

Londoño Jiménez asegura que no existe diferencia entre las emociones que experimentan hombres y mujeres frente ante una infidelidad descubierta en flagrancia.

"Se llega al mismo estado de ira, dolor, angustia, impacto moral, no hay diferencia entre los sentimientos entre ambos sexos".

El abogado agrega que Los celos y el amor está dirigido a toda clase de lectores. "No es exclusivo para abogados penalistas o estudiantes de derecho, pues está escrito de manera que llega al público en general.

domingo, 23 de febrero de 2014

90 años





¡UN MUY FELIZ CUMPLEAÑOS!
       


El Colombiano
Publicado el 23 de febrero de 2014Por estas calendas, hace noventa años (el 24 de febrero de 1924), nació en el Municipio de Abejorral el Dr. Hernando Londoño Jiménez, quien con el correr de los años –una vez agotada su formación básica y universitaria en su gloriosa cuna natal, el Liceo Antioqueño, la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y la Universidad de Roma–, estaba predestinado a convertirse en un brillante y aguerrido abogado penalista encargado de jalonar el debate en el ámbito de su especialidad, no solo en Antioquia sino en todo el país, durante la segunda parte del siglo pasado y comienzos del presente.
Con él brilla, en los años sesenta y setenta, la institución del jurado de conciencia cuando descuella como magnífico tribuno y muy reputado orador; cultor del lenguaje como el que más, ha sido dueño de un discurso muy fino y cuidado. Era un espectáculo verlo actuar al lado de los grandes penalistas de esa época; escucharlo en los juicios orales o dando conferencias, a lo largo y ancho del país, era un honor reservado para pocos.

Además de su actividad profesional se destaca en el campo académico, no solo en la cátedra universitaria sino a través de sus múltiples obras y artículos en el ámbito del derecho penal y procesal, las mismas que le dan gran renombre internacional; como prueba de ello corren publicados cerca de veinticinco magníficos y brillantes libros difundidos a lo largo de cuarenta años, entre los cuales se deben incluir las recopilaciones de sus múltiples y valiosas defensas penales y sus textos literarios. 

Fundador de publicaciones académicas, líder de las diversas agremiaciones de abogados del departamento; conductor innegable de los derechos humanos, como Vicepresidente del Comité Departamental, en una época en la cual esa actividad se pagaba con la muerte. Por este periódico, para recordar su faceta como consumado periodista, circularon sus valientes columnas en las páginas editoriales por cerca de veinte años, con las cuales sembró el debate y la reflexión. Las últimas décadas de su vida han sido para su familia y su otra gran pasión: la literatura. 

Pero Londoño Jiménez, también se destaca como juez, fiscal, conjuez, funcionario de tránsito, diputado, alcalde y político en ejercicio; fruto de su labor partidaria fue la elección –en la lista liderada por el Dr. Juan Gómez Martínez – para conformar la Asamblea Nacional Constituyente en 1991, a la cual concurrió con su preclara inteligencia a forjar la carta constitucional que hoy gobierna a los colombianos. Además, destacado autor de normativas legales en el ámbito del derecho penal, las que ayudó a confeccionar como miembro de las comisiones redactoras de los códigos penales de finales del siglo pasado y el Proyecto de Código Penal Tipo Latinoamericano; muchas de las transformaciones en esta materia durante aquella época, en especial los avances en tratándose del régimen de excarcelación y de la privación de la libertad, son obra suya. 

Pero, sobre todo, es perentorio destacar hoy al sacrificado, abnegado, estricto y cariñoso padre de familia, abuelo y bisabuelo, ese gran ser humano que hoy –al lado de su queridísima esposa, doña Lola Berrío y todos sus hijos, nietos y bisnieta, en especial uno que es mi hermano del alma, Hernando León, quien heredó la vocación por el Derecho– llega a la cumbre de la vida rodeado del amor, afecto, espíritu de lucha y superación que sembró entre todos los suyos; y, por supuesto, de la admiración y el cariño granjeado entre sus congéneres y amigos. 

Se trata, a no dudarlo, de un ciudadano virtuoso que, lleno de una envidiable salud y de fuerzas, es paradigma de vida para las futuras generaciones, que siempre han de ver en él un modelo de disciplina, lucha, tenacidad y autenticidad; un hombre de esos que deja una huella imborrable. Desde estas páginas –las de su casa periodística– le rendimos hoy la más cálida y emocionada felicitación con motivo de su cumpleaños.

Antoniojose Comentario realizado el 2/23/2014 8:06:18 AM
Uno de los grandes, grandes, penalistas colombianos que llega a los noventa años; algo digno de admirar y un ejemplo para tantos......